Alberto Vázquez-Figueroa ( Mis novelas gratis)

Mis novelas gratis. Alberto Vázquez-Figueroa

"A partir de ahora mis novelas se editarán simultáneamente en edición “cara”, de las llamadas “de tapa dura”, en edición de bolsillo a mitad de precio, podrán descargarse gratuitamente en “Internet” y todos los periódicos o revistas que lo deseen están autorizados a publicarlas al estilo de las antiguas novelas por entregas con la diferencia que en este caso no tendrán obligación de pagarme nada en concepto de derechos de autor.

Me han preguntado si es que me he vuelto loco, me sobra el dinero o pretendo arruinarme y arruinar de paso a mi editor. No es el caso."

http://vazquezfigueroa.blog.com//1940255/

(....)
A.V-F

Su última novela : "Por mil millones de dólares", se descarga desde este enlace:

http://www.telefonica.net/web2/vazquez-figueroa/descarga/pormilmillones.pdf

indah

Hay afectos que uno considera suyos

Hay afectos que uno considera suyos. Y lo son. Desde luego que lo son. Así es. Y lo son tanto que durante un tiempo nos es difícil, por no decir imposible, compartirlos, renunciar a ellos; devolverlos. Y siendo así para mí, tal como digo, y si lo digo es porque... bah, da igual, y sonando como suena, egoísta, dejo constancia de que no es tal. Al contrario. Muy al contrario. Quien tenga la suerte de ‘toparse’ con un afecto así -¡Dios mío!- que se detenga un instante y lo agradezca al cielo, o a quien le apetezca, porque es una de las cosas más bonitas que te pueden ocurrir. Y más generosas cuando nada se espera y todo se da. ¿Se llama amor? Seguramente sí, pero no amor tal y como, generalmente, lo entendemos.

A veces, a quien nos regala tal afecto, como al jilguero, es necesario mostrarle árboles que lo esperan, y cielo, mucho cielo: que le espera. Y pararse, y esperar. Esperar serenamente. Como quien precisamente por amor, deja volar quien ama más que a sí mismo porque no es justo quedarse con ese afecto –aunque lo consideres tuyo- si, haciéndolo, se arriesgas a herir a quien, a saber porqué, se lo entrega. Se dice que en el amor y la guerra todo está permitido.

Es posible.

O no.

indah

Ahora

Se desnudaba el viento, y
-viejo rey Midas- insinuaba tesoros a las olas;
dispersas en la orilla, media docena de conchas
-húmedas aún de nácar y de azules-,
reflejaban la pátina con la que el sol adorna las montañas.


Mediodía frente la mar de un tibio otoño:
me resguardaba en ti de una lluvia de arena y de algas.


Cómo olvidar la playa interminable
donde siempre llovía; cómo olvidar partidas,
frente a frente los dos,
y entre nosotros, plantándose batalla,
los alfiles, las torres, los caballos,
con el marfil del cielo como fondo.


(Hablaba, lo sé, con el único afán de distraerte).


—Hablarte -decía - para pagar con ello lo que callas.
(Enarcabas las cejas
y, enfurruñado, hacías que no oías).

—Vivir -te sonreía-
para ponerle fin a ese deseo constante
de morirse la mar en cada ola,


(no me arrepiento:
quería ver tus ojos, adivinarte en ellos).


Y cuando la noche pegada a la ventana
nos rodeaba de estrellas y salitre,
y al otro lado del tablero, rey y reina
jugaban por nosotros la partida


—¿ahora callas? –brillaba tu sonrisa- tramposa,
¿ahora callas?

este descabellado plan, me dije,
sólo tendrá sentido si yo gano;

—sí, ahora... (y es que, sobre las dieciséis casillas -negras blancas-,
tu rey se defendía de un inocente peón que coronaba);
y aun amor, te advertí, me queda otro
para poder existir por siempre
en el asombro que me produce saber que tú me amas.


indah

Busco palabra gótica

Busco palabra gótica para mi «serestar» hecho de verbos.
Cicuta. La de tu voz, Baudelaire, que espante
--------las sílabas de los
------------------ fal
----------------- s.o.s
----------------- ver
----------------- s.o.s

¿O he de abdicar la emoción, destronar los secretos,
sostener en mis manos vestidas de satén amarillo
(aún te esperan)
-------- coronas de laureles carcomidas de gloria,
--------------- el rasguño que fui,
--------------------- las brechas de mi infancia?

No. Antes me blanqueo en mercurio;
--------------------- me transmuto
--------------------------- en tu tierra de lagartos y hormigas:
de mutación en mutación, de estrofa a estrofa;
antes, en firmamento que invente tus tormentas.

¿Acaso...?
¡No!, antes me estrangulo el alma con ramas virginales.

Moriré en blanco y negro,
--------------------- (esqueje sin prender)
------------------------- con el espasmo del sollozo de un niño a media voz:
--------------------------- leve,
------------------------------ ainada.

Con hojas de acanto y góticas palabras orlarán mi tumba;
y dibujadas de hoguera, -------- flamígeras
mis manos, -------- niña boba, -------- ahuyentarán-------- espíritus.

indah