lunes, mayo 19, 2008

Tormenta


Qué avaricia, pienso:

nada dejó a su paso que fuera tuyo y mío.

Deseaba saberte; deseaba saberte más adentro (sí, más adentro)

pero hasta el saboreo de sentirme

y de saberme amada en tu silencio, se ha llevado.

A mis pies, dibuja la tierra el último aguacero.

Pasa la lluvia. Todo pasa. Pasan las palabras, las miradas,

las palabras, las lágrimas,

y aunque más añil y más mía

conservo la dicha de haberte amado así, como te amo,

y aunque de nuevo oigo mi nombre, me demoro:

ansío hallarte en su último aleteo,

pero ellos -los pájaros-, como tú, como yo, olvidaron su vuelo.


indah

lunes, mayo 05, 2008

......






El tiempo -el mío- anida en tus árboles
y espera.

Anida en tus silencios
y espera.

Y sobrevuela tu horizonte. Y el mío.



Si fuera luz... ¡ah, si fuera luz!

Si yo, hoy, fuera luz,

me despañaría -cosmo abajo- hacia ti.



(Un fulgor)

y sabrías que estoy.


(Un fulgor)

y sabrías que soy.


Y es que alguien ha de recitarnos la verdad.


Nuestra verdad.


indah