jueves, septiembre 22, 2005

Cobre lata

Atravesó mis ojos, y en la nada se perdió su sombra.

Sin sombra, pálidas y afiladas como agujas las esquinas
congregando espías a la vuelta. Sin sombra:
los túneles,
las escaleras mecánicas,
las palomas,
el tacto,
los dibujos ajados por el tiempo,
y tus dedos que trenzaban y destrenzaban la geometría de mi nuca;

(tras el cristal, un grito hería el pentagrama de un billete).

Sin sombra, tus palabras de amor -la luz es sólo luz-
eran
y estaban
en el instante aquel, en la innegable evidencia:
cuando el sol atravesó mis ojos,
real, nítidamente, de un sólo golpe,
toda amor, eclipsada aún; reclinada en el cerco cobrizo:
«sombreritos de lata», cobre lata,
«corazones de miga de pan» (de Sabina)
en el vacío, en la nada. En el imperioso vacío de tu nombre.

Sola.
Y de nuevo el trasiego.

Sola. Con el sabor amargo del mar en mi mejilla.
La confusión es un fragmento de fotograma inmóvil.

Sola. Con la ternura de un ramo de nomeolvides en las manos.
Maltrecha el alma. Llueve la lluvia.

Sola. En el interminable océano que contiene una lágrima.


indah

4 Comments:

Blogger UMA said...

Me cuesta comentar, pero me paseo desde ayer por este 'cobre lata' tan maravilloso que imposible no decirte còmo me llega.
Es que me parece tan 'vivido'...
Anoche me invadìan en cascada "adonde van los besos" y el tango "volver", cosas que surgen, casi sin saber el por què.
'Puedo ver' las imàgenes de ese "sola", gran destreza por mostrarme la imagen, In.

Besazos, buen fin de semana largo;)
Disfruta.

5:23 p. m.

 
Blogger Lula Towanda said...

Me recuerda al verso de Góngora que dice:
(Me gusta en especial el verso en negrita)

Lloraba la niña
(y tenía razón)
la prolija ausencia
de su ingrato amor.
Dejóla tan niña,
que apenas, creo yo,
que tenía los años
que há la dejó.
Llorando la ausencia
del galán traidor,
la halla la Luna
y la deja el Sol,
añadiendo siempre
pasión a pasión,
memoria a memoria,
dolor a dolor.
Llorad corazón,
que tenéis razón.

Dícele su madre:
"Hija, por mi amor,
que se acabe el llanto,
o me acabe yo."
Ella le responde:
"Non podrá ser, no;
las causas son muchas,
los ojos son dos.

Satisfagan, madre,
tanta sinrazón,
y lágrimas lloren
en esta ocasión,
tantas como dellos
un tiempo tiró
flechas amorosas
el arquero Dios.

8:07 p. m.

 
Blogger indah said...

Hola uma :) Creo que los cambios de estaciones nos afectan un poco a todos, tú acabarás de estrenar primavera, y aquí, como igual que allí tampoco hay atajos :)ya hemos estrenamos otoño. Ambas estaciones son 'revoltosillas' como ese "a media luz" que anticipa, para ti el nacimiento del día, para nosotros la llegada del anochecer.

Gracias. Echo de menos tus fotos y leer tu "love", pero espero resarcirme dentro de un rato o, como muy tarde, mañana :)

6:52 p. m.

 
Blogger indah said...

Caray lula... ¡Góngora! Madre mía, pobrín mi poema, ya quisiera, si bien te lo agradece mucho (yo también :) Menos mal que Góngora hace tiempo que no 'ronda' por aquí porque podría haberte dicho unas cuantas cosillas, ¿o no? Desde luego que sí.

Hace días que no he podido leer vuestras libretillas. Como le decía a uma, lo echo de menos, así que en cuanto pueda voy disfrutar con tu spensamientos y tu buen hacer (ya, ya, nada de esconder lo barrido bajo la alfombra :)

Gracias, lula :)

6:59 p. m.

 

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