Absolución
Entre la tierra y el cielo hay un estado de dolor
que perfecciona los recuerdos.
Y porque todo acontece cuando se busca más allá de lo finito
profesé la soledad -todos los rumbos eran ninguno-
y el miedo: ese miedo a sentirse de más
(como acudir cuando nadie te llama),
pero sus ojos de cristal reflejaron -inocente- mi rostro de niña,
y fui absuelta por sus almas
de papie maché y agua
indah
1 Comments:
Enohorabuena indah,
me ha gustado mucho... y sigues tirando de mi.
Cuídate ese dedo, pero no dejes de escribir..
Un abrazo
5:45 p. m.
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