jueves, marzo 16, 2006

Declinando silencios




«y en mis brazos de hoguera, declinaron tus ojos,
y tu sombra y mi sombra, amor, se adentraron en el mar»
(Pequeño fado. Andrés Aberasturi.)





Cuando me sé, conscientemente,
polizón de mí misma y de mi cuerpo,
tus palabras aumentan el silencio de ti que me rodea.


Frente a frente:
inmaculada tu orilla,
inmaculada la mía,
oro se vuelve la soledad entre las alas de nuestras golondrinas Midas,
y en tanto el dorado remolino que forma su ágil vuelo sobre el río
me rodea,
el acompasado golpear timbales de la sangre,
escribe sobre el agua cada silencio que nos hemos dicho
-silencios que callan para siempre lo que los dos callamos-


Polizón de tu alma: yo.
Polizones también, mi voz, mis ojos y mis manos.
Mis manos, que dibujan besos en la espalda de tu sombra
-todos aquellos que jamás rozaron nuestros labios-


Polizones tú y yo:
yo de tu cuerpo,
tú del mío,
pues cuando no lo somos,
viajamos por otra soledad que entona un salmo
y viste de luto los colores,
incluso aquello que sólo fueron míos,
incluso aquellos que sólo fueron nuestros.


Cuando me sé, conscientemente,
polizón de mí misma, y tus palabras aumentan el silencio:
entonces, sólo entonces,
cierro los ojos para no ver como se alejan, aún más, nuestras orillas.



indah

6 Comments:

Blogger Enigmática said...

Cuando me sé conscientemente
asoma mi otro yo
mi otra realidad
la que fue en otra vida
y soy en esta la sombra de otra esfigie...

Buena poesía.

2:23 a. m.

 
Blogger Thalasos said...

Y la sidra escanciada
en la necedad necesitada a borbotones
el collar de la princesa de Darío
nos dio la paz casi a empellones
duraznos de liturgia.
Almendras pasiegas
si no te sujeto vas y te la pegas.
La calma chinarra el pan y la vela
coge al muñeco vamos a arriar velas
El camisón de la Encarna
La vela del Verga
El corcel de la reina
La paz por entregas
Me como un limón
Me aso a Darío
Me jarto de espliego
Con atún y ron frío
No.
No puedo, no puedo competir.
Tu escribes mu bien. Madre deus.
Que anade te trajo al mundo, ¿hija?
Mi querida Indah.
Wenas tardes

9:25 p. m.

 
Blogger indah said...

Bienvenida, enigmática.

Lo has comprendido muy bien. Sí.
Muchas gracias por tu opinión :)

Ah, y siéntete como en tu casa.

7:31 p. m.

 
Blogger indah said...

Hola thalasos :)

Gracias por tu poema. Lo guardo junto al otro. ¡me encanta! :)

Por cierto que tengo que echarle una bronca a Pablo, joline, né, me obliga a leer lo que cuenta con una goma de borrar en la mano izquierda y un lapiz mágico -que cambia palabras que no me gustan por las que sí me gustan (recuerda que las colecciono :)-, en la derecha. El otro día le encontré un pelín disparatado, me temo, alguien le está influenciando "malamente", que dice Noli (una amiga mía, yo creo que es Manuela, pero negaré haberlo dicho :)

Gracias por tu opinión. Ais, los ánades, cuánto me gustan, y las cometas. Sí. Y restos de pintura azul entre las uñas, Gretel. Y volar. Y volar.

Imagino que estarás tan liado como yo, pero conste que te echaba de menos, ¿ein?

7:39 p. m.

 
Blogger Víctor Manuel said...

Tú eres un mar de poemas.

4:45 a. m.

 
Blogger indah said...

Es tremendo. ¿Cómo es posible? sí, eso me pregunto :) Claro que hay que tener en cuenta que soy mujer. Eso no tiene remedio, ¡y me alegro! :)

Gracias Víctor. Muchas gracias.

9:21 p. m.

 

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