sábado, septiembre 10, 2005

El reparto

A MªAntonia que supo salvar sus naves.





Podemos repartirnos los momentos pasados:
los perritos caliente, los Sopinstan, el piso,
las uvas, y las pizzas banana de Mac Donall.
Podemos repartirnos noches sin pegar ojo,
el cansancio, el hastío, los «porqué eres así»;
y alejar nuestras vidas: cada uno por su lado.

Pero también podríamos empezar de cero
enredarnos los ojos delante de cualquiera
y repetir los besos que se están marchitando
sobre la mesa oscura con mármol verde jade
de nuestro comedor. Yo te devuelvo: El Marca,
la pipa, los pitillos, las revistas de coches,
el móvil, los sinsílabas y todos tus Cedés.
Mi mal humor; tu insomnio cuando yo tengo sueño,
tus quejas reprimidas; mis quejas siempre dadas.
Las fotos y los vídeos de aquel viaje a Cancún,
junto al papel de "estraza" que firmamos delante
de un Alcalde de pueblo; tu corbata de seda,
mi traje beige y oro por ir contracorriente,
y la figura de plástico de un memo y una idiota
mirando hacia el futuro, y enlazadas las manos.

Le damos a tu madre los mocos de las niñas,
y a la mía: pañales y biberones sucios;
a tu padre, mis raquetas de tenis; y al mío
tus dos palos de golf; y si quieren, que jueguen
y si no que se maten. Y al fin, para nosotros:
una caja mediana con nuestro amor adentro,
a salvo de familias, manteles, sobremesas,
trajes de pre-mamá, y lencería roja
que no sirve (no sirve); el Pcé; los amigos;
hipotecas, reproches; miradas de reojo.

Podrías intentar mirarte ahora en los míos,
recordar que juramos amarnos sobre todo;
y yo, amor, lo he cumplido. ¿Lo has cumplido tú?

Vacía de equipaje te espero en nuestra esquina
para darte otro beso rebujada en tu abrigo,
para poner mis pies, húmedos de nostalgia,
faltos de tu cariño, de nuevo ente los tuyos,
para decir: te amo, aunque suene muy cursi.
Para cerrar los ojos durante diez minutos
y volver a escucharte exclamar otro: SÍ.

Y si acaso... si acaso no lo oigo: con la lluvia
confundiendo mi alma con el paraguas nuevo,
tomaré otro camino que no será el de vuelta.
Que no sé a dónde lleva. No sé si volveré.
Pero te quiero. ¡Te quiero! -eso nunca lo olvides-,
como siempre te quise. Todo lo dejo en casa.
Nada traigo conmigo. Nada. Al menos de valor,
porque nada me queda que salvar del naufragio
si es que, porque no supe mostrar cuánto y cuánto
te amaba, quizá... Quizá, ya no me quieres tú.

(No tardes. No tarde amor mío. Qué fría la soledad sin ti).


indah


5 Comments:

Blogger UMA said...

waw!!! aplausooos, Indah!! que es genial;))
Es increìble, debieras ver mi cara de asombro, sorpresa, esta sonrisa gigante, me has dejado impactada!
Muuuyy bueno y mil gracias por compartirlo,y me voy diciendo, que buena sos!, que buena sos!
Un abrazo y mis felicitaciones.
Buen fin de semana;)
-aplausooosss-

10:58 p. m.

 
Blogger Lula Towanda said...

¡Que romántica! A mi no me sale escribir estas cosas sobre los sentimientos y no porque no los tenga, pero se me hunden y solo me sale a flote algunas cosas que me hacen daño en forma de risas. Me ha gustado mucho.

11:03 p. m.

 
Blogger indah said...

Un segundo, uma, a ver si soy capaz de imaginarme tu carita... Bueh -como dicen ustes :))- no sé yo si..., cachis en los mengues, es que no es nada fácil, pero no importa: te agradezco tu asombro, tu sorpresa y especialmente esa enorme sonrisa.

La sonrisa, además del abrazo (y qué bonitos todos los que nos ha contado Joshua), es también una gran medicina para el cuerpo y para el alma.

Gracias, né.

10:08 a. m.

 
Blogger indah said...

Bievenida, lula, a esta libretilla que se siente feliz de contar con tu comentario :)
Estoy segura, pues te he leído, de que estás repleta de sentimientos, y te comprendo, la mejor forma de sacar a flote los restos de cosillas que hacen 'pupa', es en forma de risas; reírse de uno mismo es tan saludable como que alguien te abrace, te haga sonreír.

Gracias por tus palabras.

10:23 a. m.

 
Blogger indah said...

Hola poliédrica, me alegra leerte :)

El amor es una plantita que, pese a su fragilidad, no sucumbe ni en condiciones extremas, si no olvidemos que precisa cuidados especiales, y muy delicados, si la queremos ver sana y pujante muchos años.

Y, qué pena, cuántos darían o daríamos lo que fuese por escuchar ese "te amo", y así todo nos suena cursi. Pero estoy convencida de que lo que dices es cierto: lingüísticamente es más correcto. Si lo pensamos un poco, generalmente se dice: "hay muchas clases de amor", yo creo que porque, instintivamente, se diferencia entre ambos términos.

Y sí, querer implica posesión. Difícil tema, querer dominar. Dios nos libre de que nos quieran, o de querer, así, porque las consecuencias pueden ser terrible.

Gracias por tu visita y por tu opinión :)

10:57 a. m.

 

Publicar un comentario

<< Home